sábado, 19 de septiembre de 2009

Mariposa diurna, nocturna, mía.



A mi hija Gabriela


Dicen que quedan pocas mariposas
En el mundo.

Vida efímera , intensa
Entre hojas, plantas y tallos
Su permanente vuelo de color y luz.
Por un día apenas,
Y luego...

Un día soleado,
Una niña
Que ríe
En afán de apresar
Su brillante tersura;
Y luego...
Un par de velas
Entre dos dedos,
Polvillo de alas
Con humedad de pena.

Una noche triste,
La luz candente
Seductora titila.
Viene y va la mariposa.
Se chamusca y quema.
Pasión eterna...
Y luego...
Polvillo opaco,
Se va cubriendo
Con lágrimas de cebo.


Y tú, mi mariposa,
Como aquellas,
Entre la niebla y el fulgor
De tu vida breve.
Ninfa,
Del capullo echaste a volar
Enamorándote una madrugada
De la irresistible llama,
Y luego...

Hay menos mariposas
En el mundo.
Hay una menos,
La más querida,
La que llevo en mi cerno
Prendida con alfiler de sangre.

Hay menos mariposas
En el mundo.
Pero encontraré a la mía
Un día radiante,
Y volaremos
Muy juntas
Como antes,
Para siempre,
Cuando mi cuerpo
Más no sea
Que polvillo gris
En un lugar sombrío.

3 comentarios:

  1. HOLA ESTA SUPER CHIDA ME ENCANTO SOBRETODO POR QUE YO ME YAMO GABRIELA PUES LA VERDAD AMI ME GUSTA TODO LO QUE DIGA MI NOMBRE OBIO QUE MENOS LAS MUJERES TE LO DICE GABRIELA ELIZABETH.

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  2. Hola Cecilia. Estuve leyendo este poema maravilloso que le escribiste a Gabriela. Es precioso y triste, con final esperanzador que hace que dejen de escaparse lágrimas de mis ojos.
    Me llegó hasta lo más hondo.
    Un beso y un abrazo.
    Ana Blanca Buquet

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  3. Un fuerte abrazo a ti y muchas gracias por visitarme. Estaré atenta a todos tus comentarios.BESOS

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